Zero waste sin agobios – Pequeños cambios para vivir con menos plástico
Y vuelvo para darle un toque verde al blog. Ya desde el año pasado, interesada por el tema del zero waste (o residuo cero) y leyendo algunos de los post que otros bloguer@s publicaron con motivos del reto de julio sin plástico, decidí intentar reducir también el consumo de plásticos «de un sólo uso» en nuestra casa.
Con plásticos de un sólo uso me refiero a aquellos plásticos que podríamos llamar de usar y tirar: embalajes (bolsas, bandejas..) a los que damos un solo uso y que van directos a engrosar nuestro cubo de la basura. Este tipo de plásticos son una gran problema medioambiental porque muchos de ellos no son reciclados además de que en muchos casos son prescindibles.
Desde luego, sería maravilloso utilizar en nuestro día a día únicamente materiales fácilmente reciclables (o compostables). Aunque yo no estoy totalmente en contra del uso de plásticos en productos que tienen una vida útil larga.
Como os decía, nuestros cambios hacia un menor consumo de plásticos han sido progresivos y y para nada drásticos. Lo importante es ir incorporando nuevos hábitos que nos permitan reducir la cantidad de plásticos que generemos sin poner patas arriba nuestra vida de la noche a la mañana.
En mi caso los cambios extremos suelen producir un efecto contrario al deseado, desembocando en una cierta frustración al no conseguir alcanzar los objetivos que me he marcado. A grandes rasgos se puede decir que nuestra transición ha sido un viaje gradual hacia un menor consumo de plásticos que el salto a la vida sin ellos.
¿Y cuáles han sido los pequeños cambios que hemos ido incorporando? Todos muy sencillitos, ya veréis:
HACER LA COMPRA
- Si tenemos pensado salir de compras una simple mochila puede ser nuestra gran aliada para no volver cargados de bolsas a casa.
- Llevar nuestras propias bolsas de tela a la compra o usar nuestro carrito.
- Para las frutas y verduras usar si es posible bolsas reutilizables. En caso de que la tienda (o supermercado) en cuestión no lo permita hay otros trucos. Por ejemplo: usar una misma bolsa para varios productos (poniendo varias pegatinas en la misma bolsa) o incluso no usar bolsa y pegar el precio tras el pesaje directamente sobre la pieza.
- Buscar productos cuyos embalajes contengan la menor cantidad posible (o nada) de plástico. Por ejemplo: dejar de usar en lo posible cápsulas de café y volver a la cafetera de siempre con café molido.
- Comprar en mercados: en los puestos de frutas y verduras no ponen problema alguno a que llevemos nuestras propias bolsas.
- Comprar en tiendas a granel: una opción ideal si tenéis alguna cerca de casa. Nosotros de momento no tenemos ninguna pero parece que en las próximas semanas va a abrir una en la ciudad, yeah!!
COMER Y BEBER
- Utilizar botellas reutilizables. Normalmente nosotros usamos dos modelos: una de vidrio de soulbottles y una de aluminio de SIGG.
- Para los que como yo trabajeis fuera de casa, podeis llevar la comida en un tupper o ver si es posible usar un recipiente (tupper) propio en los sitios donde tengan comida para llevar.
- No usar pajitas.
- Llevar un juego de cubiertos si planeamos comer fuera de nuestro lugar de trabajo.
- Evitar en lo posible las bebidas (cafés, tés…) para llevar. En muchos lugares nos permiten llevar nuestro propio termo o vaso reutilizable. Y en algunos, incluso tendremos un pequeño descuento si lo hacemos.
HIGIENE EN PASTILLA
- Volver al jabón en pastilla, tanto para las manos como para el cuerpo.
- Usar aceites en vez de cremas hidratantes que suelen venir en envases de plástico.
Sólo con estos sencillos cambios hemos reducido la cantidad de basura que generamos. Todavía hay productos con embalaje de plástico a los que no hemos encontrado sustituto, pero lo dicho, seguimos trabajando en ello.
Algunos puntos pendientes que nos gustaría cambiar pero que todavía no hemos incorporado son los siguientes:
- Champú y acondicionador en pastilla: durante el último año he estado probando algunos champús y acondicionadores en pastilla de LUSH. Pero no del todo contenta con el resultado. Todavía no he dado con ese producto que me haga domar esta cabellera leonina que porto. Se aceptan consejos e ideas.
- Productos de limpieza: para muchos de los que utilizamos hemos encontrado envases recargables, con la ventaja de producir muchos menos residuos. Ya he ido recopilando algunas recetas de productos de limpieza caseros para ponerme con ellos en los próximos meses.
El objetivo no es llegar al zero waste que algunos han alcanzado (que menudo mérito tienen oye), sino adquirir mayor consciencia de los residuos que generamos e intentar reducirlos en lo posible.
Ahora que ya os he contado mi experiencia, me encantaría leer vuestras opiniones, consejos y reflexiones en los comentarios. ¿Qué medidas habéis tomado vosotros para reducir la cantidad de plásticos en vuestras vidas? ¿Qué punto os ha costado u os está costando más?
Si todavía no habéis empezado pero os interesaría saber más sobre como reducir vuestro consumo de plástico y sobre el movimiento zero waste, aquí os dejo algunos enlaces que seguro os serán de interés:
- 20 trucos para vivir sin plástico.
- ¿Por qué vivir sin plástico?
- Basura —casi— cero. Lo que hemos hecho, y lo que nos falta por hacer.