Casas bonitas
Yo soy de las que todavía se pone algo nerviosa cuando sabe que va a tener visita.
Me gusta tener gente en casa pero no me siento especialmente cómoda cuando tengo visitas inesperadas. Siempre veo la casa desordenada y la nevera vacía. Y sé que en realidad la hospitalidad no depende de eso, sino de hacer sentir a las personas bienvenidas y de disfrutar de ese momento compartido.
Hay otras personas que de manera innata hacen que no sintamos bienvenidos y cómodos en sus casas. Una naturaleza hospitalaria que empapa los rincones del lugar donde viven.
Son casas bonitas, no por lo que contienen sino por lo que transmiten.
Una casa bonita como ésta, con techos altos y contraventanas de madera, baldosas antiguas y puertas acristaladas.
Monza (Italia), Julio 2015