Fotothek: salvando fotos
Supongo que como yo, muchos guardáis con mimo las fotos de cuando erais pequeños, las de vuestro primer viaje con amigos, las de las vacaciones en el pueblo de los abuelos…
Fotos seguramente analógicas, con negativos perdidos que retratan momentos ordinarios, pero a la vez especiales, de nuestras vidas. En mi caso, no son muchas y tampoco son perfectas. Quizás por ello tienen un valor especial y no me gustaría perderlas.
Durante mi última visita a una tienda de segunda mano compré ( mejor dicho, casi me regalaron), unas cuantas fotos y postales viejas que estaban escondidas en un cajón. Algunas de ellas las he ido enviando como parte del proyecto postal del que ya os hablaba aquí. Otras, esperan su turno sobre la cómoda de mi habitación.
Fotos perdidas. Fotos olvidadas que retratan instantes de la vida de personas desconocidas.
Esa intromisión en la vida privada de aquellos que aparecían en las fotos, me hizo pensar en las mías, en esas que guardo en cajas y álbumes. Quizás en algunos años, pasen a ser fotos olvidadas. Quizás alguien las encuentre, al igual que yo, en una tienda de segunda mano pagando por ellas algunos céntimos.
Esa misma tarde leí un articulo sobre un proyecto muy interesante que también tiene que ver con fotos perdidas. Anke Heelermann, la fundadora de Fotothek, lleva coleccionando desde hace años fotos anónimas, sin valor aparente, que va encontrando en mercados callejeros y tiendas de segunda mano. Con ellas ha creado un archivo fotográfico permanente y un proyecto que gira en torno a la fotografía con exposiciones y charlas, así como productos (postales, papel de regalos, pegatinas decorativas..) creados a partir de las fotos que Anke ha ido salvando.
Me parece un proyecto fascinante: dar nueva vida a fotos olvidadas, haciendo públicos momentos ajenos, vidas privadas.
La mayoría de los que visitan su colección no se fijarán en la composición o en la luz de la imagen, sino que se preguntarán por la historia que esa foto esconde. Posiblemente volviendo atrás, rememorando su propia historia.
Una paradoja preciosa: fotos olvidadas que nos ayudan a recordar.
Fotos 1/ 2/ y 3/ vía Fotothek.
Foto de portada: Cheryl Winn-Boujnida vía Unsplash