Home Sweet Home
Como ya os contaba en mi último post, estaba esperando que me llegase mi nueva cámara. Y de hecho creo que fue ese mismo día cuando me mandaron un mensaje para decirme que ya podía pasar a buscarla. Después de mucho pensarlo me decidí por una Canon 7D y un objetivo 50mm mejor que el que tenía.
Todavía no he cacharreado demasiado con ella, tiene un manual (o más bien dicho libraco) de instrucciones enorme. Y aunque más o menos puedo manejarla, creo que voy a tener que invertir un poco de tiempo en hacerme con todos esos nuevos botoncitos y números que aparecen en el display.
El sábado tuvimos por fin un ratillo para empezar a conocernos.
Lo primero que he notado es el peso de la nueva cámara. Pesa mucho más incluso con un objetivo ligero como es el 50mm. Pero el peso vale la pena porque aunque no hayan sido muchas fotos las que he sacado, los resultados me gustan y mucho.
As I told you in my last post I was awaiting my new brand camera and it was in that very same day that I was able to pick it up. After a lot of thinking I decided to buy a Canon 7D with a new 50mm objective, much better than the one I already have.
I haven’t been playing a lot with it yet. Its manual is huge, it looks more like a book rather than a simple instruction manual. And although I can manage to work with it, I do really have to spend some time reading it and learning how to use all those new buttons and understanding those numbers in the display.
Finally on Saturday we got some time to «know» each other. First thing I noticed was how heavy it is, much heavier than my old camera even with a light objective like the 50mm. But it’s definitely worth it. Even though I didn’t take a lot of pics, I deeply love the ones I took.
Así que allí me veis, en pijama después de desayunar, fotografiando esos detalles que disfruto todos los días, aquellos que aunque vea una y otra vez no me canso de mirar.
Tenemos la suerte de vivir en un edificio antiguo, que aunque en parte renovado, conserva detalles que a mi me enamoraron nada más verlos.
Los buzones de la entrada, que aunque ya no están en uso, ahí han quedado decorando. Y las puertas de casa, con picaportes desgastados y cerraduras sin llave.
So after breakfast and still with my pyjamas on, I took photos of those little details I enjoy everyday, the ones I don’t get tired of looking at. We are really lucky because we live in a pretty and old building, that after some renovations still keeps that charm I fell in love with for the very first time I saw them.
We don’t use the old mailboxes in the entrance anymore, but they still decorate the main entrance. And the old doors in our apartment, with timeworn handles and locks without keys.
La escalera de piedra gris con un pasamanos de madera que creo lleva en el edificio desde su construcción. Y el suelo de terrazo de los descansillos de la escalera. Una pena que no lo pusiesen también dentro de casa.
The grey stone stairway with its banister, sure as old as the building itself. And the tile floor. It’s a pity they didn’t lay the same tile floor inside the apartments.
Y ahora que el invierno parece que ha pasado, aunque la nieve todavía asoma de vez en cuando, en la parte trasera del edificio unas flores intrépidas dan color al suelo cubierto de guijarros.
And now that winter seems to be ending, although the snow still shows up, there are in the backyard some daring flowers colouring the ground full of pebbles.
El alféizar de madera que decora cada ventana de la casa, donde mis plantas viven felices rodeadas de piedras de río, conchas y velas.
The windowsill in each room, where my plants grow happy sorrounded by river stones, shells and candles.
A veces es complicado encontrar inspiración y nuevos temas fotográficos en nuestro entorno, en aquello que vemos todos los días. Pero hay momentos en los que, quizás por la luz o porque la sensibilidad está a flor de piel, que entonces esos detalles llaman de nuevo nuestra atención, aunque en realidad nada haya cambiado, aunque todo siga como siempre.
At times it’s difficult to get inspired and find new things to photograph in our surroundings, in what we see every day. But sometimes, maybe because of the brilliant light or because we’re more sensitive than normal, those details get clearer, even if nothing has changed, even if everything remains the same.