Creatividad dual
Si os habéis pasado por la página donde me presento y cuento un poquito más sobre la persona que hay tras este blog, sabréis que mi vida profesional se desarrolla en un entorno técnico que poco tiene que ver con los temas que normalmente trato en este blog.
Hace tiempo, hablaba ya por aquí, de ese patrón que con frecuencia se repite, el de las personas con perfiles técnicos que tienen aficiones creativas, en particular sobre el patrón del informático-fotógrafo.
Desde años convivo con esta dualidad de intereses. En ocasiones preguntándome si debería dar la vuelta a la tortilla y vivir de una actividad puramente creativa, dejando para mi tiempo libre las tareas que hoy ocupan la mayor parte de mi día a día.
Casi siempre estas preguntas han golpeado en mi cabeza con mayor fuerza en épocas de estrés y de insatisfacción con los proyectos en los que me encontraba. Pero en condiciones normales, aunque no voy a negar que vuelven de manera intermitente, no es una cosa que me quite es sueño. Y lo que es más importante: tal y como se desarrolla mi día a día, no tengo la sensación de perder el tiempo.
Con el paso de los años me he dado cuenta que esta dualidad de intereses es más que necesaria para mantener un equilibrio.
No me puedo alimentar sólo de números y algoritmos, como tampoco sé si podría „llenar“ mi vida sólo con una actividad creativa como la fotografía.
No siempre he pensado así. Durante bastante tiempo me sentía como una farsante. Sabía que no era 100% ni de un lado ni del otro, y que yo misma me consideraba una persona analítica y creativa por igual. Algo debía de estar haciendo mal para no poder decidirme por una faceta o por la otra.
Hace tiempo leía una entrevista donde se trataba la naturaleza complementaria del conocimiento técnico y artístico. Me pareció, por así decirlo, un punto de vista revelador.
Y es que quizás, aunque sea sobre diversas plataformas y herramientas, lo que a algunos nos mueve es la inquietud creativa.
La ilusión por construir algo de lo que estemos orgullosos y con lo que no sólo disfrutamos al ver el resultado, sino también durante el proceso creativo que vamos trazando.
Foto: David Marcu vía Unsplash
Así que en definitiva, debo y quiero considerarme una persona creativa que intenta tanto en su vida profesional como en su tiempo libre disfrutar del camino aprendiendo y creando. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que así los lunes por la mañana no marcan el fin de la diversión.
Y ahora cuéntame: ¿te consideras creativ@ a tiempo completo o sólo durante tu tiempo libre? ¿Disfrutas o sufres de una dualidad de intereses parecida? ¿Has dado el paso y has decidido dar un giro a tu vida para centrarte en una de esas facetas? Como siempre, encantada de leerte en los comentarios :)
P.D: Y aunque este post ya llevaba cierto tiempo en el tintero, el último empujoncito se lo he dado gracias al post que publicó María hace unos días en su blog. Otro ejemplo de #bloggingreal que os recomiendo os paséis a disfrutar.
P.D 2: Acabo de descubrir el blog de «Nuevas ideas, nuevos comienzos», el proyecto de Eva donde ha creado un lugar de intercambio de experiencias y consejos para las personas multi-apasionadas. ¿Suena bien, verdad?